miércoles, 25 de febrero de 2009

Pasadeando... Instantes para llevar

Este es un proyecto que realizamos en Villahermosa, Tabasco. El texto es de la presentación dentro de V Encuentro Iberoamericano de Poesía Carlos Pellicer Cámara.

POESÍA Y POSTALES
Ignacio Martín

Recorrer una ciudad en poemas; disfrutar de la poesía de las imágenes –¿qué tiene el blanco y negro, dios mío, por qué hasta la exuberante y colorida tierra pelliceriana se ve tan bella en blanco y negro?– ver cómo los poetas nos cuentan la ciudad, se vuelven la ciudad –"reconozco que soy un parque abandonado", nos dice Diana–, todo eso es un regalo que se une a lo que el V Encuentro Iberoamericano de Poesía, el Ibero para los amigos, nos ofrece; porque nos lo ofrece siempre, no necesito saber el programa para saber que quiero venir, y lo digo yo que repito: aquí voy a encontrar amigos, fraternidad y un gusto por la cultura, por una cultura que sea de todos, que llegue a todos, que se viva.
Gracias, pues, a quienes han hecho posible este proyecto, hermoso en su humildad y de alcances que, probablemente, no podemos atisbar el día de hoy. Entonces, y en primer lugar, gracias a Indira, con quien me une una amistad desde el encuentro del pasado año y con quien he compartido, desde entonces, proyectos, poesía, charlas y presentaciones, como la de mi libro, anteayer, y ésta, hoy; ni modo, parece preparado, pero así son estas cosas. Esperemos que lo único que se repita sean las caras.
Después de Indira, Alejandro, Alejandro Breck, poeta, fotógrafo, cineasta... Sus fotos son postales, palabra que viene de posta, que, entre otros significados, tiene el de ser un lugar de avituallamiento, de descanso y alimento para personas y cabalgaduras... Y sí, esas postales, a posta, se vuelven posta para este grupo de poetas (¿postaetas?)... La belleza del dolor del trópico. Sus fotos son poemas; sus poemas, fotos, como la de esa nube, no sé si anaranjada, que desparaliza el tiempo, parafraseando uno de sus poemas.
Me sobrecoge, desde el primer día que la vi, recién paridas –de la imprenta, claro– la foto con el río: se ve calmado, con los sacos terreros y una figura humana caminando sobre ellos: dignidad, dolor, melancolía... Todo lo que aquí se vivió, que, con mayor o menor fuerza y estrago se vuelve a vivir con una cierta recurrencia, para mí está en esa foto, sin amarillismos, con el drama desnudo de lo cotidiano. Y a esa foto la acompaña un poema, de Beatriz Pérez Pereda, que termina con un verso que, descontextualizado, toma un significado hasta surrealista: "¿en qué dirección de nubes estará la ciudad?"
Gracias, desde luego –este texto, como ven, es pura gratitud–, a los poetas; ya he mencionado a tres: Beatriz, Alejandro, Diana; también Indira, por supuesto, aunque en este proyecto no aparezca como poeta; me faltan Verónica Marín, en la que encuentro un verso que me lleva, de nuevo, a esas imágenes que todos vimos: no sé si lo interpreto bien, pero "porque en sus ojos hay un saco de manos" es, a mi modo de ver –y ya decía el cartero, o Neruda, qué más da, que la poesía no es del que la escribe, sino del que la necesita– una bellísima imagen de la solidaridad, de ese apoyo que los seres humanos sabemos darnos, todavía –no lo que debiéramos, desde luego–; ese verso nos ofrece una bella imagen de lo mejor de nosotros mismos.
Y gracias a Héctor de Paz, amigo y colega desde el primer día del Ibero del año pasado, en el que me pidió un poema para ponerlo en una camiseta; desde entonces, ha ido desarrollándose una relación de afecto mutuo, un encuentro en la poesía, como ahora, en este momento, en estas postales, donde Héctor me ayuda, con sus poemas, a "palpar con la pupila/tantos resquicios del mundo".
Gracias a todos y enhorabuena por una ciudad, por una tierra y por un agua, que de tan fértiles, hacen que florezcan hasta artistas. Si Tabasco, pues, es ya no tierra sino agua de poetas, a ver si los que venimos de fuera también echamos, aunque sea, alguna ramita.


DE “CUADERNO DEL DÍA”
Verónica Marín

9

¿Has ido en ambulancia?
¿Has sentido la mirada de la gente
como una punzada que amordaza el grito?
¿Has visto cómo me anuncian con el papel en la mano? –me preguntas-

No Lucas,
mientras tu duermes, yo estoy despierta.






2

Quédate a detener el juego
también puedes quedarte para mostrarte indeseable
posado como un pájaro de mal agüero
con una sola pata encima de la cerca
y los ojos clavados en el sol para acompañarte a ti mismo
y si es posible a esta mujer
que no puede acostarse con la luz
porque en sus ojos hay un saco de manos
que no quiere que te cambies los muslos por dos remos.







CIUDAD
Beatriz Pérez Pereda

La ciudad existe de noche
como mujer va quitando sus velos
hasta dejar su rostro de aurora en la cama

En ese lapso las campanas se suspenden
y yo ando en calma
esparciendo las semillas de mi voz

Las horas se deshacen al jugar con la niebla
que una anciana jura es el vaho de la felicidad

Amanece y no reconozco las señales del camino
¿en qué dirección de nubes estará la ciudad?






ÁRBOLES VIOLETA
Beatriz Pérez Pereda


Desconocida en la ciudad de las farolas
pasajera de todas las rutas de autobús
sin llegar a la estación donde el polvo dé razón de mí

¿Hay en esta ciudad un altar que lleve tu nombre?
¿un albergue para sobrevivir a mi propio veneno?

Bastarían tus ojos para habitar una calle
para señalar el interruptor y encender los árboles violeta.







Héctor de Paz


Maceramos la raíz del instante

no hay vuelo

ni trote


sólo este silencio gris

que contempla
rastros diluidos.







ES ELVER
HECTOR DE PAZ

Es el ver que todo lo cubre

a pesar de la penumbra
a pesar del plenosol

palpar con la pupila
tantos resquicios del mundo

tanta vida empañada
por la ilusión

cuando digo:
esto es.








NADA DE LLORAR
Diana Juarrod

reconozco que soy un parque abandonado
Que mis dedos caminan por la pared agrietada
y la ciudad huele a salitre
a pared de agua a punto de romper los edificios
-pero hay calma-
Cuento los pasos
Con una rama dibujo serpientes
dejo que los dragones aniden en mi cabello










PARA FESTEJAR
Diana Juarrod

Escoge un puente favorito
para hacer el amor
con alguien a quien no ames
cuelga los zapatos nuevos en un cable de alta tensión

Dale un maullido a todo el que veas
-Embriágate-
Salta y quédate suspendido en el aire
procura que alguien te fotografíe

Suicídate para llevar tu sonrisa a los muertos
















(Alejandro Breck Matus)

nada había cambiado
llovió de pronto y una voz que escurría como un delgado hilo de luz
se perdió en el estridente regresar de las aves con sus alas metálicas y mojadas
nada había cambiado
sin embargo este era el sitio donde la ciudad comenzaría a ahogarse












ES LA TARDE
Alejandro Breck Matus

La catedral cae incendiada en esta hora de cierto silencio
A los hombres se les ha detenido el tiempo corazón
y las mujeres
vestidas de negro dentro de la llamarada sacra
paren todos los miedos de la humanidad

Es la tarde
la catedral queda suspendida bajo una nube anaranjada
los niños juegan en las calles
Sus risas estallan y desparalizan el tiempo.

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